Tras la Guerra Civil, muchos españoles tuvieron que huir de España y salir como exiliados hacia Francia. Un buen número de estos expatriados tras el armisticio de Vichy, después de pasar penalidades en los Campos de Exiliados franceses, fueron deportados por los alemanes al CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE MAUTHAUSEN, después de sufrir un auténtico infierno, allí acabaron sus días.