Nº 152 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“Colón en la Corte de los RR.CC. ” 

La estancia de Colón en la Rábida es muy breve. Parece ser que aparte de Pedro Velasco, con ningún otro vecino debió relacionarse, y prueba de ello es que cuando Colón vuelve a la Rábida en 1491 es un desconocido en Palos, nadie lo recuerdo. Su encuentro con Martín Alonso Pinzón, por tanto, se entablaría en esta segunda ocasión. Este hecho todavía hoy crea cierta controversia y confusión por parte de algunos especialistas. A Colón una vez que había dejado a su hijo Diego en lugar seguro, lo que le interesaba era llegar cuanto antes a la Corte, para resolver el importante asunto que lo trajo hasta Castilla.

Desde Palos, se traslada a Córdoba, en donde se encuentran los soberanos. En efecto, en la época en que Cristóbal Colón llega a la corte (primavera de 1485), ésta se encuentra en Córdoba. 

Colón sabía que su gestión tenía que ser lenta y perseverante, dirigida a ir captando poco a poco las voluntades de los cortesanos más influyentes, a fin de que estos le fuesen allanando el difícil camino que tenía por delante. Y a eso se dedica: se entrevista con algunos consejeros como González de Mendoza, el favorito de los reyes; fray Diego de Deza, maestro del príncipe; el comendador Cárdenas; Luis de Santángel, escribano de Ración, entre otros. Negociaron con Colón para que fuese oído por los reyes y este le pudiera contar lo que deseaba hacer y ofrecerle al servicio de sus Altezas. Pero el Consejo Real era mucho más amplio y Colón movió todos los hilos necesarios para convencerles. 

Nº 151 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN – “1485: Toma de Ronda e inicio del periplo de Colón en la Corte de los RR.CC.” 

Existen dos teorías diferentes en cuanto a la llegada de Colón a la Rábida y, por consiguiente, su estadía en España para llegar hasta la Corte y lograr convencer a los RRCC para que financie su proyecto de llegar a la India por occidente, tras su fracaso con la monarquía portuguesa. Unos dicen que llegó 1483 y otros 1485. Nosotros vamos a seguir esta segunda fecha, inclinándonos por la versión de que fueron siete años los que duró todo este trance hasta llegar a buen puerto, nunca mejor dicho y que, curiosamente, coincide con el tiempo que va desde la Toma de Ronda hasta la caída de Granada: 1485-1492. Periodo preñado para Colón de altibajos desconcertantes, de éxitos y de fracasos, de esperanzas y desengaños, de inquietudes y zozobras.

A partir de ese momento el itinerario de Colón se rige por el propio itinerario regio de estos siete años críticos, siguiendo los movimientos de la Corte a los que Colón se vincula. Queda claro en todo este tiempo que la causa principal de la insólita demora de la negociación colombina en la corte hispana fue la Guerra de Granada. Hasta que no finalizara la campaña contra los moros andaluces, los monarcas, muy escasos de recursos económicos en aquella época, no se mostraban dispuestos a acometer ninguna nueva empresa.

La nota más característica de la actuación de Colón en estos años críticos de su peregrinaje por tierras españolas, como antes por las portuguesas, es la tenacidad pétrea, inasequible al desaliento, de sus designios descubridores. Días tras día, hora tras hora, su indomable voluntad se mueve hacia objetivo que nadie más que él podría alcanzar. Esta perseverancia irreductible en el intento de alcanzar el patrocinio de los reyes para su empresa, salvando todos los obstáculos, desprecios, críticas y contradicciones, que le venían de todos lados, esta tenacidad y convencimiento sobre la autenticidad de su proyecto, hace sospechar que había algo más que no explicaba y, por tanto, encubría, inconmovible ante las burlas de los cortesanos y las objeciones de los hombres de ciencia contemporáneos, unánimes en proclamar la imposibilidad de su empresa transatlántica.

Nº 150 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“Consecuencias de la Toma de Ronda. Los Repobladores”

Las consecuencias de la conquista cristiana de Ronda o postguerra se van a hacer notar en diversos aspectos:  el primero es que se da la necesidad de organizar el gran espacio recién incorporado que es la Serranía de Ronda con una población muy importante como entonces era Ronda. El segundo, su repoblación y el tercero los inconvenientes de dejar detrás a un gran número de población vencida

A destacar, como ya apuntamos en el anterior episodio, lo que la conquista de Ronda esto supuso para la Corona castellana, que se evidencia en la profusión de lo que podemos llamar signos externos, desde la misiva a Roma a las fiestas que se celebraron en honor de la caída de Ronda, o en la presunción de los propios monarcas, que añadirán a su intitulación la de señores de Ronda y su Serranía.

Pero también se ha necesario señalar los destrozos que acarreó la guerra, con lo que tuvieron que cargar que posteriormente los repobladores. En el centro urbano los destrozos de la artillería serán cuantiosos, siendo buena muestra de ello el número de casas destruidas que encontramos en los repartimientos, y que obligarán a los nuevos repobladores a un desembolso inicial que no se esperaban, así como defensas militares que necesitarán su rápida restauración.

Nº 149 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“Fuero, Armas y Población tras la Toma de Ronda”

Tras la toma castellana de Ronda, la importancia que le dieron los RRCC a esta conquista se ve claramente reflejada en el Fuero que le fue otorgada para su gobernación, equiparándola con Sevilla y Toledo, así como las Armas para su escudo, con son nada más y nada menos que las de los propios reyes.

De continuo, tras la toma de Ronda, se procede a dos hechos casi simultáneos: el repartimiento de las casas y tierras y su repoblación por cristianos, aparejado a su vez con el exilio de la población no conversa y la convivencia entre cristianos y los mudéjares que aquí permanecieron, principalmente en el ámbito rural, siendo estos sustituidos por repobladores cristianos en Ronda, Setenil y El Burgo.

La población rondeña, en el mometo de la conquista castellana, estaba conformada por contingentes beréberes en primer lugar y árabes en segundo, estos dos grupos constituían la gran mayoría de la población, pero junto a éstos existían otras minorías bien de grado, como los judíos, bien a la fuerza, como los cautivos cristianos.

Nº 148 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“La nueva cristianización de Ronda”

La Toma de Ronda por las tropas castellanas, al frente del rey Fernando, supuso el inicio de fin de los que algunos historiadores llaman la Reconquista, después de ocho siglos de permanencia en la península del Islam y acabar con el último reducto musulmán instalado en el reino de Granada, al que Ronda y su territorio pertenecía. A la caída de Ronda le siguió como un castillo de naipes toda su serranía, pueblos y alquerías. A rey, como ya apuntamos, le seguía un imponente ejército compuesto principalmente por numerosas mesnadas de los grandes nobles de Castilla y Aragón, a los que Fernando colmaría después de propiedades en el repartimiento de la ciudad y sus tierras en forma de señoríos.  Pero además de apropiarse del territorio conquistado había que culminar la labor de reconquista religiosa, la reconversión al cristianismo, hasta conseguir de esta manera la unidad religiosa de todos sus reinos, con las conversiones forzosas y, si no, expulsión de musulmanes y judíos, así como la instauración de la Inquisición.

La Toma de Ronda se produce nada más y nada menos que el domingo de Pentecostés (quincuagésimo día de la Resurrección de Cristo), la Pascua del Espíritu Santo. Uno de los domingos más importantes del año para el mundo cristiano, después del domingo de Resurrección y la Natividad. Dentro del año litúrgico es el momento en que los cristianos viven más intensamente la relación existente entre la Resurrección de Cristo, su Ascensión y la venida del Espíritu. 

Tras la toma de Ronda se ordena el establecimiento de seis colaciones en el sentido de demarcación o jurisdicción eclesiástica: La colación de Santa María de la Encarnación, la colación de Santi Spíritus, colación de Santiago, la colación de San Juan Bautista, la colación de San Juan Evangelista y la de San Sebastián (de la que se conserva el minarete de la antigua mezquita). 

Nº 146 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“El Fin de la Toma de Ronda y Marbella”

En el episodio anterior contamos cómo se desarrolló la toma de Ronda por el rey Fernando y el séquito de nobles que le acompañaba con un imponente ejército, donde las novedosas armas de artillería fueron clave para la victoria.

Fernando no deseaba hacer más sangre que la necesaria. Les exigió a los moros otra condición: que le entregaran los cristianos cautivos que hubiera en Ronda.

Era jueves. El domingo siguiente, de Pentecostés, día 22 de mayo de 1485, entregaron la ciudad al rey, que les dio quince días de plazo para salir de Ronda hacia donde quisieran. Cumplido ese plazo salieron unos hacia Alcalá del Río y otros lugares de Andalucía con sus bestias, sus bienes y su tristeza, expoliados por los cristianos, arrojados de su ciudad tan noble y tan bonita.

Una vez conquistada Ronda el rey pone los ojos en Marbella. Había que ir a la ribera del Mediterráneo desde las sierras rondeñas. Era necesario hacerlo para cerrar las salidas a Málaga. Así harían imposible que recibieran ayudas desde África.

Desde Ronda hasta Marbella había un camino imposible de transitar por los grandes ejércitos. Solamente cabras u hombres caminando a pie podrían aventurarse a hacer el camino desde una a otra ciudad. Debieron ser bastante escépticos acerca de la probabilidad de que unos ejércitos tan tremendos como los que habían tomado Ronda pudieran desplazarse hasta Marbella., pero llegaron hasta allí.

Nº 146 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“La conquista castellana de Ronda (1485)”

Decíamos en el anterior episodio que una vez conquistados Cártama y Coín, en abril de 1485, el rey Fernando hizo cargar toda la artillería y tomó el camino de Málaga. Los moros les seguían con sus miradas y estaban asomados a los riscos, espiando la dirección que tomaba un ejército tan enorme y supusieron que tenían la intención de atacar Málaga. Hacia allí envían todos los hombres y los efectivos disponibles.

Fernando deja que aparezca clara su intención de conquistar Málaga aunque ya tiene una información importante. El marqués de Cádiz había recibido una carta de su espía en la zona que le dice que Ronda está sin defensas. Hamet el Zegrí y sus Gomeres han salido hacia Málaga. Fernando da una orden: ¡El objetivo es Ronda!

El marqués de Cádiz, don Pedro Enríquez adelantado de Andalucía, don Hurtado de Mendoza con las gentes del cardenal de Toledo, salen de noche con tres mil hombres  a caballo y ocho mil peones y llegan a las puertas de Ronda cuando está amaneciendo. En una maniobra rápida ponen cerco a la ciudad. El resto del ejército sigue los pasos de esa avanzadilla. Los moros quedan fortificando Málaga. El rey toma la dirección de Álora, luego hacia Antequera y desde allí a Ronda.

La confirmación más evidente de estos enlaces previos con el interior de Ronda está en la singularidad de que varias familias poderosas rondeñas pidieran y obtuvieran, a la caída de la ciudad, establecerse en Sevilla y otras plazas cristianas, señal de que ya no podían vivir en tierra de moros, donde les tacharían de traidores. 

Pero la existencia de esta quinta columna, por mucho que ayudara a conseguir la rendición de la ciudad, no bastaba para decidirla. La inmensa mayoría de la población era partidaria de resistir a todo trance, fiando en la topografía y en las defensas de la ciudad, como en su propio valor y espíritu de independencia. Bien lo reconocía el amigo del marqués de Cádiz cuando calculaba una resistencia de veinte días; y no se equivocó mucho.

Nº 145 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“La preparación de la Conquista castellana de Ronda”

Y siguiendo el avance cronológico de los acontecimientos habidos en tiempos de Colón, nos plantamos ya en un año crucial tanto para Colón, como para Ronda: 1485. A comienzos de ese año muere la esposa de Colón, como ya dijimos, y se inicia la campaña de conquistas castellanas tras el invierno, cuando caen Coín y Cártama. La próxima estaba previsto fuera Málaga, pero el rey Fernando quiso centrarse en Ronda, pues estaba más desguarnecida, ya que las tropas rondeñas fueron para Málaga para defender esta ciudad, tal y como estaba previsto, dejando a Ronda sin sus guerreros más fuertes y eficaces. Las mejoras fuerzas moras estaban en Ronda, sus habitantes eran orgullosos guerreros, y sus mazmorras estaban repletas de cristianos.

La guerra civil seguía instalada en Granada, entre Muley-Hacem, su hijo Boabdil y el hermano de aquel y tío de este El Zagal, este último llegó a matar a un sobrino suyo, hermano de Boabdil. Después de aquello, Boabdil no sabía qué camino tomar y se dirigió a Córdoba pidiendo árnica a los monarcas cristianos que le recibieron con los brazos abiertos. Estos no tenían ganas de proteger a Boabdil, pero les interesaba hacerlo. 

Pero volvamos al tema de la artillería, el arma que marcaba la diferencia entre los ejércitos moros y los cristianos, y como ya hemos apuntado sería crucial en la toma de Ronda. 

En la primavera de 1485 sale de Córdoba un impresionante ejército. Van a hacer guerra a los moros. Lo manda Fernando. Isabel se quedó en Córdoba con su hija. Acompañan al rey los grandes nobles castellanos. Ninguno se podía perder semejante ocasión de conseguir privanza ante don Fernando. Era un gran ejército. Los cronistas afirman que fue de los más numerosos de la conquista. Iban doce o trece mil hombres de a caballo y más de ochenta mil de a pie. Además contaba con abundante artillería, mil quinientas carretas cargadas con lombardas y otras piezas menores, cantidad de carros de bueyes, hombres de todos los oficios para abastecer y mantener ese ejército, Intendencia, Cuerpo de Ingenieros para allanar caminos y hacer puentes, herreros, etc. Su partida de Córdoba fue espectacular.

Nº 144 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“La convivencia fronteriza en las tierras rondeñas. El Paisaje Andalusí Rondeño”

Antes de llegar a ese momento de la caída de Ronda, 1485, que desencadenaría con el uso moderno de la artillería, en tan solo siete años después, el fin de todo el proceso conquistador iniciado por Isabel y Fernando, creemos interesante conocer cómo vivían los rondeños musulmanes en aquellos años y cómo era la convivencia con sus vecinos cristianos del otro lado de la frontera.

Precisamente en aquellos tiempos las tierras de Ronda se encontraban en los confines del islam occidental, en los márgenes de la cristiandad. Muy cerca uno del otro, a veces convivían, vivían o sobrevivían dos dominios dotados de un fuerte contraste, aunque más allá de la existencia de dos entidades políticas bien definidas, castellana y nazarí, se hallaban en contacto dos civilizaciones con una experiencia histórica compartida, de una coexistencia marcada por el conflicto, el rechazo y la negación, pero también, por el intercambio, la fascinación y el enriquecimiento mutuos. A la vez que se va viendo cómo existe un auge expansivo de la cultura cristiana, se observa paralelamente un declive político, que no cultural, del islam andalusí, cuyas relaciones vienen marcadas por las dos derivas que va tomando el proceso conquistador. Aunque el islam cultural, como decimos, tuvo su continuidad después de la anexión del reino granadino, con el fenómeno mudéjar, primero, y morisco, posteriormente.

Todavía hoy el legado andalusí sigue presente en las tierras y poblaciones del antiguo reino de Granada, muy observable aún en Ronda y la Serranía, fruto de una experiencia histórica, a la vez que convulsa, muy fecunda, aunque lo musulmán dejase de ser un fenómeno activo, por la desaparición física de aquella frontera entre ambos mundos contrapuestos, hemos heredado, no obstante, las consecuencias de su existencia. Lo que algunos historiadores llaman con gran acierto una realidad fosilizada y asimilada sin duda por la sociedad andaluza y en nuestro caso serrano-rondeña. Lo musulmán, lo árabe, lo nazarí forma parte de nuestra de identidad, y ahí sigue presente en el urbanismo, en la arquitectura, en el arte, en la artesanía, en la comunicación, en la música, en la gastronomía… y a su vez ese rastro se proyecta en la diáspora andalusí del norte de África.

Nº 143 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“La corte itinerante de los RR.CC. – Boabdil contra Muley Hacen – La campaña guerrera contra Ronda”

En el episodio anterior hablamos de cuando Colón llega al Convento franciscano de la Rábida y es acogido con afecto y gran interés por los monjes Antonio de Marchena y Juan Pérez, algunos historiadores dicen en 1483 y otros en 1485, sea cuando fuere Castilla ya estaba inmersa en la Guerra de Granada para conquistar el último reino musulmán de la península.

Mientras Colón permanece en el monasterio de la Rábida y, antes de marchar a Córdoba para procurar entrevistarse con los reyes, se produce la conquista cristiana de Alhama (1482), el fracaso de la conquista de Loja (1483), la conquista de Zahara (1483), de Álora y Setenil (1484), Coín y Cártama (1485) … antesala de la primera conquista más ambiciosa de una de las ciudades más importantes del reino nazarí, la fortaleza de Ronda (1485).

Debido a los numerosos conflictos en los reinos de Isabel y Fernando, la corte siempre estaba moviéndose, itinerante allí donde había que centrarse en la solución de los problemas, eran muchos los frentes abiertos, a los que los reyes siempre plantaron cara y procuraban buscar solución. Esta itinerancia de la Corte le complicaba a Colón el poder entrevistarse con los reyes. 

Una desafortunada incursión castellana por la Axarquía malagueña, hizo que buena parte de la nobleza andaluza cayese en una emboscada, pereciendo no pocos de aquellos caballeros, siendo apresados un buen número de ellos por el Zagal, hermano del emir, Muley Hacen, esclavizados una buena parte de las huestes cristianas en Ronda como cautivos para subir el agua desde la Mina del Tajo hasta la ciudad en lo alto, a través de zaques, por la escalera secreta de la Mina de agua.

En 1482 Boabdil, como decimos, derrocó a su padre y se convirtió en sultán de Granada, pero, al año siguiente, Muley Hacén recuperó el trono. La muerte de Muley Hacén, en 1485, dejó el reino en manos de El Zagal, por lo que a partir de entonces y de forma paralela a la conquista castellana, El Zagal y Boabdil protagonizaron una guerra civil que finalmente vencería Boabdil en 1487, aunque su tío controlaría la parte oriental del reino hasta la conquista castellana. 

Es precisamente en la campaña guerrera que se inicia en 1485, cuando comenzaron a acometerse los sitios y asedios más duros y difíciles de la guerra, entre los que se encontraba como la gran fortaleza anhelada la ciudad de Ronda. La artillería se convirtió en un arma decisiva para el desarrollo del conflicto bélico, hasta el punto que vino a marcar muchas de las directrices estratégicas y gran parte de los cambios estructurales e institucionales sufridos por los ejércitos de los Reyes Católicos.