En el anterior episodio hablamos de las fiestas que tuvieron lugar en Ronda y en todo el reino de Castilla en celebración de su conquista por el rey Fernando. Y como en su honor, cada aniversario de la Toma (en el día segundo de la Pascua de Pentecostés) salía esta procesión de la iglesia de Santa María la Mayor y se dirigía al Espíritu Santo: la procesión de la Toma de Ronda, que se perdió. Hablamos también de los cambios que se produjeron en el arrabal Alto después de la conquista, que pasó a llamarse barrio del Espíritu Santo tras su cristianización, y como este fue ampliándose extramuros dando lugar al arrabal Nuevo o de San Francisco, con los comerciantes que allí fueron instalándose, lo que da comienzo a su vez a la instauración de una feria franca, tal y como tenían lugar en otras ciudades castellanas.
Poco a poco el arrabal Nuevo se va ampliándose y poblando de nuevos vecinos. En el Barrio se asentaban principalmente medianos y pequeños propietarios, y también arrendatarios y aparceros de las propiedades de los grandes terratenientes y de la Iglesia, produciéndoos una importante transformación urbanística. Paralelamente, en toda la zona, haciendo honor históricamente a su carácter sagrado se van fundando iglesias y conventos, como el del Espíritu Santo, que trataremos con mayor profundidad.