Nº 146 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“El Fin de la Toma de Ronda y Marbella”

En el episodio anterior contamos cómo se desarrolló la toma de Ronda por el rey Fernando y el séquito de nobles que le acompañaba con un imponente ejército, donde las novedosas armas de artillería fueron clave para la victoria.

Fernando no deseaba hacer más sangre que la necesaria. Les exigió a los moros otra condición: que le entregaran los cristianos cautivos que hubiera en Ronda.

Era jueves. El domingo siguiente, de Pentecostés, día 22 de mayo de 1485, entregaron la ciudad al rey, que les dio quince días de plazo para salir de Ronda hacia donde quisieran. Cumplido ese plazo salieron unos hacia Alcalá del Río y otros lugares de Andalucía con sus bestias, sus bienes y su tristeza, expoliados por los cristianos, arrojados de su ciudad tan noble y tan bonita.

Una vez conquistada Ronda el rey pone los ojos en Marbella. Había que ir a la ribera del Mediterráneo desde las sierras rondeñas. Era necesario hacerlo para cerrar las salidas a Málaga. Así harían imposible que recibieran ayudas desde África.

Desde Ronda hasta Marbella había un camino imposible de transitar por los grandes ejércitos. Solamente cabras u hombres caminando a pie podrían aventurarse a hacer el camino desde una a otra ciudad. Debieron ser bastante escépticos acerca de la probabilidad de que unos ejércitos tan tremendos como los que habían tomado Ronda pudieran desplazarse hasta Marbella., pero llegaron hasta allí.

Nº 146 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“La conquista castellana de Ronda (1485)”

Decíamos en el anterior episodio que una vez conquistados Cártama y Coín, en abril de 1485, el rey Fernando hizo cargar toda la artillería y tomó el camino de Málaga. Los moros les seguían con sus miradas y estaban asomados a los riscos, espiando la dirección que tomaba un ejército tan enorme y supusieron que tenían la intención de atacar Málaga. Hacia allí envían todos los hombres y los efectivos disponibles.

Fernando deja que aparezca clara su intención de conquistar Málaga aunque ya tiene una información importante. El marqués de Cádiz había recibido una carta de su espía en la zona que le dice que Ronda está sin defensas. Hamet el Zegrí y sus Gomeres han salido hacia Málaga. Fernando da una orden: ¡El objetivo es Ronda!

El marqués de Cádiz, don Pedro Enríquez adelantado de Andalucía, don Hurtado de Mendoza con las gentes del cardenal de Toledo, salen de noche con tres mil hombres  a caballo y ocho mil peones y llegan a las puertas de Ronda cuando está amaneciendo. En una maniobra rápida ponen cerco a la ciudad. El resto del ejército sigue los pasos de esa avanzadilla. Los moros quedan fortificando Málaga. El rey toma la dirección de Álora, luego hacia Antequera y desde allí a Ronda.

La confirmación más evidente de estos enlaces previos con el interior de Ronda está en la singularidad de que varias familias poderosas rondeñas pidieran y obtuvieran, a la caída de la ciudad, establecerse en Sevilla y otras plazas cristianas, señal de que ya no podían vivir en tierra de moros, donde les tacharían de traidores. 

Pero la existencia de esta quinta columna, por mucho que ayudara a conseguir la rendición de la ciudad, no bastaba para decidirla. La inmensa mayoría de la población era partidaria de resistir a todo trance, fiando en la topografía y en las defensas de la ciudad, como en su propio valor y espíritu de independencia. Bien lo reconocía el amigo del marqués de Cádiz cuando calculaba una resistencia de veinte días; y no se equivocó mucho.

Nº 145 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“La preparación de la Conquista castellana de Ronda”

Y siguiendo el avance cronológico de los acontecimientos habidos en tiempos de Colón, nos plantamos ya en un año crucial tanto para Colón, como para Ronda: 1485. A comienzos de ese año muere la esposa de Colón, como ya dijimos, y se inicia la campaña de conquistas castellanas tras el invierno, cuando caen Coín y Cártama. La próxima estaba previsto fuera Málaga, pero el rey Fernando quiso centrarse en Ronda, pues estaba más desguarnecida, ya que las tropas rondeñas fueron para Málaga para defender esta ciudad, tal y como estaba previsto, dejando a Ronda sin sus guerreros más fuertes y eficaces. Las mejoras fuerzas moras estaban en Ronda, sus habitantes eran orgullosos guerreros, y sus mazmorras estaban repletas de cristianos.

La guerra civil seguía instalada en Granada, entre Muley-Hacem, su hijo Boabdil y el hermano de aquel y tío de este El Zagal, este último llegó a matar a un sobrino suyo, hermano de Boabdil. Después de aquello, Boabdil no sabía qué camino tomar y se dirigió a Córdoba pidiendo árnica a los monarcas cristianos que le recibieron con los brazos abiertos. Estos no tenían ganas de proteger a Boabdil, pero les interesaba hacerlo. 

Pero volvamos al tema de la artillería, el arma que marcaba la diferencia entre los ejércitos moros y los cristianos, y como ya hemos apuntado sería crucial en la toma de Ronda. 

En la primavera de 1485 sale de Córdoba un impresionante ejército. Van a hacer guerra a los moros. Lo manda Fernando. Isabel se quedó en Córdoba con su hija. Acompañan al rey los grandes nobles castellanos. Ninguno se podía perder semejante ocasión de conseguir privanza ante don Fernando. Era un gran ejército. Los cronistas afirman que fue de los más numerosos de la conquista. Iban doce o trece mil hombres de a caballo y más de ochenta mil de a pie. Además contaba con abundante artillería, mil quinientas carretas cargadas con lombardas y otras piezas menores, cantidad de carros de bueyes, hombres de todos los oficios para abastecer y mantener ese ejército, Intendencia, Cuerpo de Ingenieros para allanar caminos y hacer puentes, herreros, etc. Su partida de Córdoba fue espectacular.

Nº 144 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“La convivencia fronteriza en las tierras rondeñas. El Paisaje Andalusí Rondeño”

Antes de llegar a ese momento de la caída de Ronda, 1485, que desencadenaría con el uso moderno de la artillería, en tan solo siete años después, el fin de todo el proceso conquistador iniciado por Isabel y Fernando, creemos interesante conocer cómo vivían los rondeños musulmanes en aquellos años y cómo era la convivencia con sus vecinos cristianos del otro lado de la frontera.

Precisamente en aquellos tiempos las tierras de Ronda se encontraban en los confines del islam occidental, en los márgenes de la cristiandad. Muy cerca uno del otro, a veces convivían, vivían o sobrevivían dos dominios dotados de un fuerte contraste, aunque más allá de la existencia de dos entidades políticas bien definidas, castellana y nazarí, se hallaban en contacto dos civilizaciones con una experiencia histórica compartida, de una coexistencia marcada por el conflicto, el rechazo y la negación, pero también, por el intercambio, la fascinación y el enriquecimiento mutuos. A la vez que se va viendo cómo existe un auge expansivo de la cultura cristiana, se observa paralelamente un declive político, que no cultural, del islam andalusí, cuyas relaciones vienen marcadas por las dos derivas que va tomando el proceso conquistador. Aunque el islam cultural, como decimos, tuvo su continuidad después de la anexión del reino granadino, con el fenómeno mudéjar, primero, y morisco, posteriormente.

Todavía hoy el legado andalusí sigue presente en las tierras y poblaciones del antiguo reino de Granada, muy observable aún en Ronda y la Serranía, fruto de una experiencia histórica, a la vez que convulsa, muy fecunda, aunque lo musulmán dejase de ser un fenómeno activo, por la desaparición física de aquella frontera entre ambos mundos contrapuestos, hemos heredado, no obstante, las consecuencias de su existencia. Lo que algunos historiadores llaman con gran acierto una realidad fosilizada y asimilada sin duda por la sociedad andaluza y en nuestro caso serrano-rondeña. Lo musulmán, lo árabe, lo nazarí forma parte de nuestra de identidad, y ahí sigue presente en el urbanismo, en la arquitectura, en el arte, en la artesanía, en la comunicación, en la música, en la gastronomía… y a su vez ese rastro se proyecta en la diáspora andalusí del norte de África.

Nº 143 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“La corte itinerante de los RR.CC. – Boabdil contra Muley Hacen – La campaña guerrera contra Ronda”

En el episodio anterior hablamos de cuando Colón llega al Convento franciscano de la Rábida y es acogido con afecto y gran interés por los monjes Antonio de Marchena y Juan Pérez, algunos historiadores dicen en 1483 y otros en 1485, sea cuando fuere Castilla ya estaba inmersa en la Guerra de Granada para conquistar el último reino musulmán de la península.

Mientras Colón permanece en el monasterio de la Rábida y, antes de marchar a Córdoba para procurar entrevistarse con los reyes, se produce la conquista cristiana de Alhama (1482), el fracaso de la conquista de Loja (1483), la conquista de Zahara (1483), de Álora y Setenil (1484), Coín y Cártama (1485) … antesala de la primera conquista más ambiciosa de una de las ciudades más importantes del reino nazarí, la fortaleza de Ronda (1485).

Debido a los numerosos conflictos en los reinos de Isabel y Fernando, la corte siempre estaba moviéndose, itinerante allí donde había que centrarse en la solución de los problemas, eran muchos los frentes abiertos, a los que los reyes siempre plantaron cara y procuraban buscar solución. Esta itinerancia de la Corte le complicaba a Colón el poder entrevistarse con los reyes. 

Una desafortunada incursión castellana por la Axarquía malagueña, hizo que buena parte de la nobleza andaluza cayese en una emboscada, pereciendo no pocos de aquellos caballeros, siendo apresados un buen número de ellos por el Zagal, hermano del emir, Muley Hacen, esclavizados una buena parte de las huestes cristianas en Ronda como cautivos para subir el agua desde la Mina del Tajo hasta la ciudad en lo alto, a través de zaques, por la escalera secreta de la Mina de agua.

En 1482 Boabdil, como decimos, derrocó a su padre y se convirtió en sultán de Granada, pero, al año siguiente, Muley Hacén recuperó el trono. La muerte de Muley Hacén, en 1485, dejó el reino en manos de El Zagal, por lo que a partir de entonces y de forma paralela a la conquista castellana, El Zagal y Boabdil protagonizaron una guerra civil que finalmente vencería Boabdil en 1487, aunque su tío controlaría la parte oriental del reino hasta la conquista castellana. 

Es precisamente en la campaña guerrera que se inicia en 1485, cuando comenzaron a acometerse los sitios y asedios más duros y difíciles de la guerra, entre los que se encontraba como la gran fortaleza anhelada la ciudad de Ronda. La artillería se convirtió en un arma decisiva para el desarrollo del conflicto bélico, hasta el punto que vino a marcar muchas de las directrices estratégicas y gran parte de los cambios estructurales e institucionales sufridos por los ejércitos de los Reyes Católicos. 

Nº 142 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“Colón se aloja en la Rábida – La preparación de la Guerra de Granada”

Nos quedamos en el episodio anterior en que Colón, tras agotar todos los intentos en Portugal para que apoyaran su proyecto de alcanzar las Indias por el oeste, cruzando el Atlántico, decide intentarlo con España. Tras quedar viudo y acompañado de su hijo Diego llega al convento franciscano de la Rábida en 1483, cerca de Palos de la Frontera, tenía 48 años, solo, con un hijo pequeño y sin dinero. Toca a la puerta pidiendo ayuda, agua y un poco de pan para su hijo.

El convento tenía en sus reglas acoger a cualquier viajero que necesitara alimentación y alojamiento. Y así lo hicieron. Allí habitaban, entre otros franciscanos, fray Juan Pérez y fray Antonio de Marchena. Ambos religiosos acogieron a Colón y a su hijo con cordial solicitud, y al darle hospitalidad oyeron del pedigüeño el objeto que le traía a España. Tuvo suerte Colón con este encuentro, pues no se trataba de dos monjes o personas cualesquiera. Antonio Marchena era astrólogo y Juan Pérez fue confesor de Isabel la Católica. Este encuentro sería providencial, con el tiempo, para llevar a cabo su anhelado proyecto.

Cuando Colón llega a la Rábida, un año antes, Castilla ya estaba inmersa en la Guerra de Granada, que dura diez años, desde 1482 a 1492. 

Mientras Colón permaneció en el monasterio de la Rábida y, antes de marchar a Córdoba para procurar entrevistarse con los reyes, se produce la conquista cristiana Alhama (1482), el fracaso de la conquista de Loja (1483), la conquista de Zahara (1483), de Álora y Setenil (1484), Coín y Cártama (1485) … antesala de la primera conquista más ambiciosa y de una de las ciudades más importantes del reino nazarí, la fortaleza de Ronda (1485). 

Nº 141 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“La Guerra de Granada. La conquista de Zahara. Colón llega a la Rábida”

En los primeros meses del año 1474 se inicia el reinado de Isabel en Castilla. En 1479, cinco años después, Fernando hereda el reino de Aragón. Las dos coronas quedarán desde entonces unidas para siempre. Hay que considerar a Isabel y Fernando como a los más grandes estadistas de finales de la Edad Media y principio del Renacimiento. Sus reinos estaban en la más completa anarquía y contaban con una gran oposición interior y exterior.

Pacificado el reino Isabel y Fernando, tienen en mente la conquista de Granada. Era la gran asignatura pendiente, el gran objetivo de su reinado. 

Muley Hacem decidió atacar primero. Le informaron que Zahara de la Sierra era una fortaleza situada entre Ronda y Medina Sidonia, villa en poder de los cristianos desde 1407. Su alcaide no se ocupaba con el interés debido de sus obligaciones y tenía una guarnición muy pequeña. Zahara y su castillo estaban encaramados en una tremenda roca. Tenía una sola puerta defendida por grandes torres. El único camino de acceso era una especie de escalera tallada en las rocas. Era la noche del 28 de diciembre de 1481 cuando Muley Hacem atacó Zahara. Este hecho desencadenó se iniciara la guerra total entre ambos reinos peninsulares, con la idea por parte de los RR.CC. de acabar de una vez con la presencia musulmana en la península, iniciándose aquí la conocida Guerra de Granada.

Por parte de Colón, tras la muerte de su esposa y el rechazo, por parte de Portugal, de su proyecto de alcanzar las Indias por el occidente, atravesando la mar océana del Atlántico, es decir, tan lejos que el oeste acabe transformándose en el este. Y resolver una nueva ruta comercial que uniese Europa con Asia, evitando el largo rodeo al continente africano, que ya habían explorado los portugueses.

Colón decide intentarlo ahora con España, y en 1483 visita por primera el convento franciscano de la Rábida, muy cerca de Palos de la Frontera.

Nº 140 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-«La frontera en tierras róndeñas. Colón en Portugal. La Guerra de Granada, sus inicios en la Serranía».

En el episodio anterior explicamos el porqué del secretismo que mantenía Cristóbal Colón sobre sus orígenes, cómo a mediados del siglo XV Portugal logra superar la barrera del Sur del cabo del Miedo para intentar llegar a las Indias, llegando hasta la África Ecuatorial, abriendo una nueva ruta del oro en Guinea e importantes avances en la navegación oceánica de altura, al tener que realizarse la vuelta rodeando las Azores y no por la costa, cuyas corrientes y meteorología la hacía imposible. Todo ello se produce mientras que en el territorio rondeño, frontera occidental del reino de Granada con las tierras ya conquistadas por Castilla, transcurría la vida entre treguas, concordias y pactos entre ambos mundos enfrentados desde siglos, dando lugar a un tipo de relaciones específicas entre los grupos humanos que vivían cerca de la raya fronteriza, como era nuestro caso. Por consiguiente en nuestro territorio se daba la singularidad de que existían oficios e instituciones propias de la zona fronteriza.

Desde 1476 a 1485, se sabe por el propio Colón y otras crónicas y documentos que este vive en Portugal, donde se casa con su primera esposa, Felipa Moniz, y navega por mares celosamente reservados a los portugueses, alcanzando gran predicamento en la corte y ante el rey Juan II de Portugal. 

Muy cerca de Ronda se da un hecho histórico que desencadena se rompan todas las treguas y se inicie la guerra contra el reino Nazarí, la llamada Guerra de Granada. A finales del año 1481, como represalia por hostigamientos puntuales de parte cristiana, el rey granadino Muley Hacen tomó la estratégica ciudad de Zahara. La villa y castillo de Zahara estuvieron ocupadas por los cristianos desde el 1 de octubre de 1407 hasta el 28 de diciembre de 1481 en que fue reconquistada por los moros de Ronda y su término. 

Nº 139 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN – “El secretismo de su origen. La nueva ruta a las Indias. El territorio rondeño a mediados del s.XV”

Todo lo contado en los episodios anteriores y en la situación que quedan muchos de estos judeos-conversos en la España de la época, explica que debían de actuar con mucha precaución y aparentando que eran cristianos nuevos, para no ser acusados de herejes. Esta manera de actuar, disimulando sus raíces era muy común en la época, tanto para los españoles de origen judío como morisco que se quedaron a vivir en sus tierras de siempre y no optaron por el exilio. 

El proyecto de llegar a las Indias por occidente era un viejo propósito del reino de Portugal de principios del siglo XV, pero siguiendo la ruta africana, es decir, circunvalando el continente negro que se suponía abierto. Y dejar para más adelante la exploración del océano Atlántico por el oeste (la ruta que siguió Colón). Para ello, la primera fase exigía tomar posiciones en el Estrecho de Gibraltar, llave natural de la navegación europea. La leyenda y la tradición popular siempre hablaba que más al sur y al oeste el mar se teñía de miedos, el cabo Bojador o cabo del Miedo (situado en la costa norte del Sahara Occidental,  al sursudeste de las islas Canarias) era la puerta del Mar Tenebroso. 

Cristóbal Colón nace en esas fechas, sobre 1451, en Castilla llevaba tres años reinando Enrique IV, hermanastro de Isabel la Católica; en Aragón, Juan II, padre de Fernando el Católico; y Ronda estaba en manos del reino nazarí de Granada, cuyo sultán era Muhammad X, al que sucede Abu Nasr Saad en 1454. Ronda era entonces una importante ciudad fronteriza del emirato granadino. Las relaciones del sultanato granadino con el reino castellano, era de sometimiento a los reyes cristianos en régimen feudatario, se alternaban las treguas y concordias y se sucedían los pactos. 

Nº 138-MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“La presencia judía en Ronda, su expulsión definitiva”

En el anterior episodio iniciamos esta nueva serie, en la que comenzamos a hablar de las recientes investigaciones publicadas referidas a los orígenes, siempre difusos de Cristóbal Colón y que ahora arrojan más luz, al demostrarse según todo indica de que se trata de un español mallorquín de ascendencia judía, lo que nos ha dado a pie para profundizar un poco sobre la presencia judía en Ronda, hasta la llegada de los musulmanes a la península.

Los judíos constituían una minoría “protegida” por los árabes, a los que prestaban su servicio, situación a la que los aquellos se adaptaron con rapidez. Poco a poco fueron ocupando aquellas actividades que, como el comercio o las labores administrativas, no gustaban gran cosa a árabes y bereberes, y por ese camino acabaron convirtiéndose en unos eficaces auxiliares de los gobernantes musulmanes. Con el comercio y la cobranza de los impuestos, alcanzaron un papel esencial en la organización social, labor que siguieron también manteniendo después y al principio, tras la conquista castellana. 

En el siglo XI, con la formación del reino de Taifa, se sabe que Ronda contó con una importante comunidad judía, pero con la llegada de los Almohades sufrieron una fuerte represión, parece ser que tras aquello y según se demuestra por el desarrollo histórico posterior, los judíos iban a mostrar una especial aversión a vivir cerca de la frontera, como era el caso rondeño. 

Se sabe que durante el reino nazarí, todo el territorio dependiente de los reyes granadinos, se convierte en tierra de acogida para los judíos que huían de las persecuciones o la intolerancia que hacia ellos y los conversos se practicaba en Castilla. 

El extrañamiento de los judíos andaluces coincidió con la primera fase de la conquista del reino de Granada. Sometida Ronda, su serranía y otras tierras del extremo occidental del emirato nazarí en la primavera de 1485, Fernando e Isabel prohibieron que en la capital de la Serranía vivieran judíos ni pudieran “estar en ella de tres días arriba eçebto Ysrael, nuestro trujamán de arávigo”